Las selecciones sanjuaninas Sub 13 y Sub 15 que viajaron a Comodoro Rivadavia para disputar las instancias finales de la Copa País vivieron horas de incertidumbre tras el violento temporal que afectó este lunes a la ciudad, donde se registraron ráfagas de viento que superaron los 130 km/h y provocaron daños en distintos sectores.
Los equipos debían debutar en horas de la mañana, pero ante la gravedad de la situación, la organización decidió suspender por completo la jornada para resguardar a jugadores, entrenadores y público.
Jorge Correa, uno de los profesores responsables de la delegación —integrada por otras cinco personas adultas además del plantel—, llevó tranquilidad a las familias.
“Estamos todos bien. Esta mañana nos tocaba jugar, pero se canceló todo debido a las intensas ráfagas. La organización decidió suspenderlo”, explicó.
La delegación había pasado la noche en un hotel y, cuando el viento disminuyó parcialmente, pudieron trasladarse al albergue donde permanecerán durante el torneo. Aun así, el panorama en la ciudad era complejo:
“Cuando veníamos en camino estaba todo destrozado, árboles caídos, pero a nosotros nos están cuidando muy bien”, afirmó Correa.
El temporal dejó a Comodoro Rivadavia con serios daños estructurales, interrupción de servicios en distintos barrios y complicaciones de movilidad. En algunas zonas se volaron techos, entre ellos los de un supermercado y otros edificios, y se registraron cortes de luz, suspensión de clases y cierre de rutas. El Servicio Meteorológico Nacional había emitido una alerta roja por vientos extremos que incluso llegaron a los 150 km/h.
Correa remarcó que se mantienen en comunicación continua con las familias y que la prioridad es la seguridad de los chicos:
“Estamos en contacto permanente con los papás para llevarles tranquilidad”.
Mientras tanto, la organización de la Copa País definirá en las próximas horas cómo continuará el cronograma una vez que mejoren las condiciones climáticas.
La delegación sanjuanina, pese a la incertidumbre, se encuentra segura, acompañada y en buen estado, a la espera de poder retomar la competencia.